SINOPSE. Triunfadela é uma performance em cena que, conectada com as
mais recentes obras de El Ciervo Encantado, apresenta uma análise
desses imaginários e comportamentos que singularizam a existência do
cubano a partir da década de 60 até o presente momento.O olhar se
concentra sobre a resposta psicossocial frente a retórica oficial do
progresso e da vitória. Busca-se confrontar o sentido comum do
espectador e suas reações a temas polêmicos. Triunfadela visa ativar um
espaço de debate sobre o presente nacional em diálogo com o público, bem
como continuar a aprofundar o desenvolvimento de poética peculiar,
baseada na experimentação em torno do trabalho do ator que é baseado em
uma análise contínua do ser cubano. Um personagem atordoado chega a uma
praça pública onde terminou de acontecer um ato político.
EL CIERVO ENCANTADO foi fundado em Havana em 1996, a partir de uma
intensa experiência pedagógica desenvolvida pela atriz e diretora Nelda
Castillo no Instituto Superior de Arte de Cuba. Desde então o grupo tem
traçado um percurso artístico frutífero a partir de profundos processos
de investigação que se desenvolveram na criação de uma linguagem
própria, caracterizada por um acentuado interesse no treinamento
singular do ator que permite chegar a um modo particular de expressão
teatral. O grupo, cuja vocação experimental está dirigida a explorar a
identidade cultural cubana em toda sua riqueza e complexidade,
desenvolve trabalhos na linha da performance e intervenções públicas.
FICHA TÉCNICA. Em cena: Mariela Brito (Atriz), Nicolás Guillen
Landrián (Artista Patafísico convidado com o documentário Taller de
Línea y 18, Público assistente. Dramaturgia, seleção musical e desenho:
Nelda Castilho) Asistencia Técnica: Ernesto Manuel López Direção: Nelda
Castillo Produção: El Ciervo Encantado.
Tomado de: http://www.aldeianago.com.br/teatro/eventdetail/119111/44/filtebahia-2015-triufadela-el-ciervo-encantado
viernes, 18 de septiembre de 2015
miércoles, 29 de julio de 2015
Premio HOLA para Mariela Brito por Triunfadela
La Organización Hispana de Actores Latinos, HOLA por
sus siglas en inglés, dio a conocer la pasada semana sus Premios 2014-2015 a la
Excelencia en Teatro. La actriz Mariela Brito integrante de El Ciervo Encantado
se alzó con uno de los galardones en la categoría Unipersonal. El premio le fue
otorgado por su interpretación en el Triunfadela,
que fue visto en la ciudad de Nueva York durante Festival de Teatro Hispano del
Comisionado Dominicano de Cultura en los Estados Unidos.
La Organización
Hispana de Actores Latinosreconoce cada año lo más sobresalientedel
trabajo de directores, dramaturgos y actores latinos
presentes en la cartelera neoyorquinay sus premios no son el resultado de una
competencia sino de la intención de jerarquizar los trabajos más notables
presentados durante una temporada.
De igual manera se entregan cada
año varios premios honoríficos los cuales recayeron esta vez en los actores Benicio
del Toro, Selenis Leyva, Andrea Navedo, Marisa Ramirez y Alexander Dinelaris.
Los premios serán entregados el 12
de octubre en elBatteryGardens, localizado en el paseo marítimo con vista al puerto
de Nueva York en Battery Park.
martes, 14 de julio de 2015
'Triunfadela': el tonto de la tribuna
Por Esther María Hernández
Fuente: www.diariodecuba.com
He visto espectáculos de El Ciervo Encantado en muchos locales diferentes, y subo las escaleras al segundo piso aventurando hipótesis sobre lo que podrá ser este cruce entre la estética subversiva de la compañía y la circunspección de un templo evangélico. Pero estamos en Nueva York y los fieles son dominicanos: las fronteras se desdibujan, lo esperable puede llegar a ser su contrario. En la escalera aparece el primer indicio: pedazos desiguales de cartón me revelan de qué manera oscura y por cuánto tiempo permanecen conmigo frases que creía sepultadas: "¡Aquí no se rinde nadie!", "Convertiremos el revés en victoria", "El futuro pertenece por entero…". Los carteles improvisados no cuelgan de las paredes ni descansan en los escalones; los espectadores no tendrán otro remedio que pisotearlos para acceder a la sala. Antes —ayer, hace veinte años o veinte minutos— "ondearon aguerridos", ahora son un estorbo. Para mí, funcionan como migas de pan para la memoria.
Cuando la sala se apaga regresan los carteles. Un corto en video, Materia prima, del joven realizador Sergio Fernández Borrás, los muestra en su entorno natural: la madrugada que antecede al desfile del Primero de Mayo. Las consignas saltan del papel al reguetón, las fotos se agitan a ritmo de conga. La vigilia entusiasta y combativa se exalta ante la cámara —¿los filman? ¡pues a mostrar fervor se ha dicho!— y la noche se llena de "vivas" a cuanto nombre quepa en el santoral patriótico, y de "abajos" a cuanto enemigo pasado o presente venga a mano. Carteles, carteles y más carteles. Consignas y altavoces, intensidad de enardecedores profesionales que deben mantener despierto al personal, mostrarle al mundo que aquí sí que no. De 25 minutos de pachanga combativa, apenas cinco muestran el desfile —hay que pasar de prisa frente a la tribuna, los alaridos pertenecen a la fase de calentamiento nocturno, lo importante ahora es irse a casa, recuperar el resto del día feriado—. Los tres, quizás dos últimos minutos, se concentran en el paisaje después de la batalla: banderitas de papel pisoteadas, pancartas abandonadas, un hombre que mira a la cámara de soslayo mientras trata de recuperar un pedazo de cartón. Materia prima.
Comienza entonces el otro desfile, la concentración más literal: el espíritu de la masa se hace cuerpo en La Bola, que entra al espacio a contratiempo de una marcha, tan marcialmente como le es posible. Un balde invertido con cuchara adosada le cubre cabeza y nariz, en un amago de yelmo que le divide en dos la cara. La capa es de polietileno raído, los ojos desorbitados. Caballero enajenado, superhéroe de pacotilla. Bajo el brazo, un fajo de papeles. De la barriga descomunal despuntan dos cables que terminan en tuercas: apéndices de mutante, imagen de micrófonos incorporados al orador como antenas de insecto. Busca el podio, se yergue y da inicio a su triunfadela con el ímpetu de quien entona perennemente cantos de júbilo y ha tomado apenas un receso, una breve pausa para acomodarse la capa o ajustar los micrófonos.
Mariela Brito es precisa y provocadora: gestos mínimos y esenciales, una estudiada máscara facial y un trabajo de voz y enunciación que revelan la intensidad de la búsqueda actoral de El Ciervo…, se unen a un control total de la energía de la sala. Nada se le escapa a La Bola.
Varios locos del folclor habanero me vinieron a la mente durante el discurso de La Bola: un ciego joven y rollizo de ojos azules que llevaba casco de constructor y, desde el primer asiento de cualquier guagua que lo llevara a recorrer la ciudad, hacía comentarios de actualidad; un negro alto y flaco lleno de medallas en el pecho de la camisa hecha jirones —probablemente un veterano de Angola— que invocaba a Maceo y Máximo Gómez y se ponía a disposición de quien le diera la orden de atacar al enemigo imperialista; el rubito joven que manejaba un ómnibus imaginario por 23, de La Pelota a Rancho Luna, y disfrutaba las tardes de lluvia que le garantizaban público para sus declaraciones en contra del Gobierno. Los transeúntes no tenían muchas opciones: escuchaban riendo con disimulo sus arriesgados desvaríos, asumiendo una complicidad no por fortuita menos complicada, o se empapaban.
Una ciudad de locos discurseros, augures o fanfarrones, aterrados o aterradores. Charlatanes alucinados e irremediablemente políticos. Como La Bola, cuyo escenario mental transcurre entre la concentración y la asamblea, y cuyo repertorio verbal se compone exclusivamente de frases extraídas de la prensa. A medias entre locutor de noticiero y secretario local del sindicato, desgrana consignas en tono agorero y heroico, canta la apoteosis de la victoria con trompetas celebratorias intercaladas: "pom po rom pon pom pom…".
Nelda Castillo ha creado la dramaturgia de la performance a partir de textos reales de la prensa cubana, desde la década del 60 hasta la actualidad. Ni una sola línea ha sido creada: todo es cita, reproducción, resonancia. Lo escrito para ser leído, repetido e interiorizado con fervor y credulidad de idólatras —consuetudinariamente ignorado o sometido a burla por cinco décadas— se articula en la enunciación de una voz que le confiere su peso real: el delirio de un lunático. La solemnidad revela, en la voz de La Bola, su naturaleza demencial.
La arenga se extiende entonces al cónclave cuando de su fajo de papeles extrae diversos informes que serán leídos por "compañeros" del público. "Elegidos democráticamente por el pueblo" porque "aquí todos tienen voz y voto", los improvisados delegados al magno evento dan lectura al reporte de cada comisión: economía ("Se asegura una inminente cosecha histórica de cacao. Avanza el rescate del limón…"); educación y ciencia ("Tenemos a los científicos trabajando infatigablemente en la búsqueda de bacterias. Y tal es la consagración de este sector ejemplar que se disponen a comprobar la efectividad de sus productos farmacéuticos sobre sí mismos, e incluso sobre sus familiares"); y cultura, deporte y recreación ("Podemos decir que nuestro país celebra un huracán de actividades, donde calidad y diversidad marcan la diferencia (…) hoy nuestro movimiento deportivo se mantiene como una potencia, sin renunciar a hacer del deporte un derecho del pueblo").
Por último, un representante de la tercera edad da lectura —autocríticamente, no faltaba más— a los errores que el proceso ha generado: el descuido de la flora y la fauna, las ilegalidades de la vivienda, la sobreproducción de clavos y el respeto al orador. Emocionada, La Bola somete a votación el compromiso de "erradicar de raíz de una vez y por todas estos errores y tendencias negativas".
Sin otra alternativa que entrar en el juego, ritual dentro del ritual, los espectadores reproducen el ritornelo de la triunfadela: todos a favor, nadie en contra, nadie se abstiene. La Bola está feliz y convoca a marchar "como un mar de pueblo" antes de abandonar el espacio en busca del próximo podio y a los acordes de otra marcha.
La eucaristía se revela unánime y liberadora. El misterio evangélico y el absurdo cubano se tocan y se reconocen. Los espectadores dominicanos aplauden a rabiar y los referentes cubanísimos de El Ciervo Encantado se encuentran con Macbeth. No puedo imaginar una recompensa mejor a la devoción y el talento de estas mujeres y sus colaboradores.
El teatro regresa al teatro. Desde sus micrófonos improvisados y la desmesura de sus ojos, La Bola insiste en su pom po rom pon pon: el cuento narrado por el idiota con el que Shakespeare compara la vida. El ruido y la furia.
Vínculo: http://bit.ly/1MrBpe1
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martes, 30 de junio de 2015
Triunfadela en NYC
Por Pablo Garcia Gamez*
Domingo 21 de junio, Nueva
York. Alto Manhattan, Calle 145 y Broadway, enclave dominicano.
Cierre del Festival de Teatro del Comisionado de Cultura Dominicano con Triunfadela,
de El Ciervo Encantado. Presentación pautada para las 6:30pm, hora
inusual para convocar en el teatro hispano de Nueva York. Además llueve
un pelín: la presentación comienza pasadas las siete. Al subir hacia el
segundo piso donde se encuentra el teatro, en las escaleras se ven letreros
alusivos a concentraciones, marchas como “Pa’ lo que sea” o “Fieles a nuestros
principios”.
Se inicia la función como una
toma abierta. Se proyecta el documental Materia Prima, de Sergio
Fernandez Borras, sobre una marcha en La Habana. Pancartas con los cinco
héroes cubanos, el monumento Martí; dos mujeres llevando gorras
venezolanas. Calles inundadas de gente, de caras lindas como cantaba el
gran Maelo. En el video se juntan el discurso oficial y el carnaval
batjiano, seriedad e irreverencia, compromiso y juerga.
Termina el video y comienza la
toma cerrada. Aparece Porompompón, líder que se dirige a los
manifestantes: nosotros. Posteriormente nosotros nos convertimos en
líderes y nos dirigimos al pueblo. La palabra toma otros matices; no es
que pierda su significado: es que se encuentra con otros significados. Es
reunirse en el acto “formal” y hablar sobre todo lo que queramos y podamos y a
fuerza de palabra desarrollamos un mundo alterno.
Mariela Brito es una actriz excelente. Al final de la
pieza recibe un montón de aplausos más que merecidos. Su Porompompón con
sus pausas, movimientos, entonaciones, miradas es uno de esos trabajos
meticulosos que celebran el oficio de la actuación.
Otro punto a remarcar. El montaje de Triunfadela es sencillo; no obstante, su
conceptualización es profunda por lo que se puede leer desde diversas
ópticas. Al terminar la función alguien gritó “¡Viva Fidel!” mientras que
un amigo se me acercó para decirme “Igual que tu Maduro”.
Carlos Sánchez al final tomó la palabra e insistió aclaró que era una obra
que se presenta en La Habana -no Miami- porque la función del artista es criticar
su contexto.
* Dramaturgo venezolano.
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lunes, 15 de junio de 2015
Triunfadela en Nueva York
El
Ciervo Encantado participará próximamente en el V Festival de Teatro Hispano de
Nueva York. El grupo cubano presentará en esa ciudad el performances en escena Triunfadela, con el cual participaron hace
unas semanas en la muestra oficial del 12 Bienal de La Habana.
La
pieza cuenta con la interpretación de Mariela Brito y dirección de Nelda Castillo
y podrá ser vista en función única el próximo domingo 21 de Junio a las 6:30
pm, en la sala Rafael Villalona, en el 541 West de la calle 145, 2do.
piso, casi esquina Broadway, en Manhattan (Trenes 1, A, D, B y C, hasta la
estación de la calle 145). Con posterioridad a la función, el lunes 22, a las
6:00 pm, habrá un encuentro con Nelda Castillo.
https://www.facebook.com/elciervoencantado
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